Aún no ha llegado el invierno de forma oficial, pero el frío y las nieves caídas en los últimos días confirman que las temperaturas no van a subir mucho más en los próximos meses. Unos meses en los que el hielo en la carretera, el fuerte viento, las lluvias, la nieve, la reducción de visibilidad… hacen que la conducción sea mucho más peligrosa y que tengamos que tener un especial cuidado cuando vamos al volante. Por eso, hoy queremos dejarte una serie de consejos para que la conducción en invierno sea lo más segura posible.
Tal y como recomienda la RACE, lo primero que hay que hacer es una revisión de todos esos puntos del vehículo que puedan poner en riesgo nuestra seguridad ante una climatología adversa.
Por otro lado, con climatología adversa de este tipo, una vez ya al volante, es necesario aumentar las precauciones para evitar sustos.
Infórmate de la previsión meteorológica, del estado del tráfico, de si hay carreteras cortadas… Y, por supuesto, no viajes sin el depósito de gasolina lleno.
Como decíamos antes, es habitual que durante estos meses la visibilidad pueda bajar considerablemente, algo unido a que el asfalto puede estar más resbaladizo por nieve, agua o hielo. Por eso, aumenta la distancia de seguridad con otros vehículos para que la frenada tenga más recorrido.
Con la carretera en mal estado, con poca visibilidad… no se puede mantener la misma velocidad que en circunstancias normales. Además, siempre que sea posible, circula en marchas largas. A la hora de arrancar, lo ideal es hacerlo en segunda.
Durante esta época de climatología adversa se recomienda circular con las luces encendidas, tanto para aumentar nuestra visibilidad, como para ser visto mejor por otros vehículos.
Conducción con nieve
No puedes prever que vayas a encontrarte una carretera con nieve, porque lo que no olvides nunca las cadenas. Además, es importante evitar frenadas y maniobras bruscas, reducir la velocidad en curvas y mantener una distancia de seguridad mayor a la habitual.