Las personas tienen sus ciclos y a medida que crecemos debemos andar con más cuidad a hora me mantener un peso saludable o simplemente mantener la figura. Cambiar nuestro modelo de alimentación según vamos cambiando nosotros es una buena idea si queremos tener una vida saludable.
También es importante conocer los productos que nos rodean, muchos pueden parecer saludables cuando en realidad no lo son. Muchos zumos ya envasados no son para nada sanos debido a su alta concentración de azucares. La consecuencia de un alto índice glucémico es una fuerte presión sobre el páncreas y causa obesidad. Esto también pasa con las gaseosas o bebidas carbonatadas.
Es buena idea cambiar estos productos de nuestra dieta diaria por agua o un Té/café siempre y cuando estos cuenten con una baja cantidad de azúcar. Si aun así con el calor buscas opciones distintas y más frescas, pon en agua un pepino fresco, menta o limón, déjalo reposar y bebe 30 ml por cada kilogramo de tu peso (si pesas 60 kilos deberías beber 800 ml).
A su vez es recomendable sustituir los productos dulces por fruta, incluir en nuestra dieta diaria entre 300 y 400 gramos de verduras y no pasarnos con la pasta, patatas, arroz o maíz.
La forma más sana de preparar los alimentos es al vapor, carnes a la plancha y excluir por completo freírlos en aceite. Está por demás decir que debes despedirte de las conservas, salchichas y embutidos.
Acompañar con ejercicio acorde a nuestras posibilidades es importante para llevar un modelo de vida saludable.