Gobierno y asociaciones representantes de los autónomos se reunieron la pasada semana para negociar sobre la reforma del RETA, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. Este primer encuentro puso de manifiesto que un acuerdo unilateral no será algo fácil, aunque ya se dejó entrever la línea por la que girará los cambios normativos previstos para este sector: un sistema de cotización en base a ingresos reales. Si bien es cierto que muchos autónomos verán cómo su cuota se eleva, en el otro punto destacan los más de un millón cotizantes al RETA que reducirán sus aportaciones mes a mes a la Seguridad Social con este nuevo sistema. La complicación, no obstante, viene de la mano de acotar unos tramos de cotización y una imagen fidedigna de los ingresos reales de los autónomos.
Lo que el Gobierno propone con el denominado ‘Plan de recuperación, transformación y resiliencia de la economía española’ es que sean los autónomos los que elijan su base de cotización en base a sus previsiones de los ingresos que tendrán. Un sistema flexible que pueda ser modificado a lo largo del año y que sea regularizado un año después, incluso con la posibilidad de que se devuelva el exceso de cotizaciones pagado.
Se trata de una medida que ya ha estado sobre la mesa en otras ocasiones y que contaba con el apoyo de asociaciones como UPTA o UATAE. Ahora, sin embargo, ATA entiende que no es el mejor momento para realizar la reforma ni para subir la cotizaciones a ningún trabajador por cuenta propia. Habrá que esperar a ver cuál será la medida final.