Este sistema telemático se está imponiendo más rápido de los que se esperaba, y la explicación se encuentra en la pandemia del Covid. De hecho los responsables sanitarios aseguran que, en seis semanas de confinamiento, ha avanzado más que en 15 años. Por ello, se espera que se pueda implantar de forma definitiva en los próximos meses. Ahorrando horas de espera y avanzando en las listas de espera. Pues, por fin, tras años intentando demostrarle a los profesionales sanitarios los beneficios de la telemedicina, durante la pandemia ha cambiado la tendencia y ahora son los sanitarios los que piden las herramientas tecnológicas.
La Telemedicina supone una serie de beneficios de los que por fin estamos nos estamos aprovechando. Entre ellos hay que destacar que la atención médica es de lunes a domingo las 24 horas del día. Ante la imposibilidad de los pacientes de acudir al hospital salvo en casos muy graves, su uso se ha disparado, tanto por la necesidad de los pacientes como para poder ofrecer el servicio por parte del personal médico e institucional.
Otro de los lados buenos de la telemedicina es que la asistencia sanitaria es independiente de nuestra ubicación. Podemos estar en casa, en el trabajo o de vacaciones. Esto nos permite romper la barrera de la distancia y poder acceder a especialistas que no residan en nuestra ciudad, por ejemplo. Las consultas recibidas en la sala digital durante esta crisis sanitaria son de pacientes que hubieran sido remitidos para primera visita desde Atención Primaria en el centro de salud que les corresponde. Y muchos ciudadanos, por diferentes motivos, no han pasado la cuarentena en sus domicilios habituales.
El tercer beneficio a destacar de este método telemático es que facilita el seguimiento de los pacientes crónicos, tanto para cualquier tipo de consulta como para la prescripción de medicamentos.
Hay que añadir también la rapidez para acceder a una consulta y el hecho de poder evitar las colas. Con la pandemia el personal médico y las instituciones sanitarias se han dado cuenta que, probablemente, hacían acudir a los centros de salud o a los hospitales a mucha gente sin que fuera necesario. Muchos de los desarrollos de la telemedicina de estas semanas de confinamiento se van a quedar implantadas para procedimientos rutinarios, pues no es nada beneficioso volver a la situación de las salas de espera que teníamos antes; y mucho menos ante el escenario de “Nueva normalidad” que tendremos que vivir en los meses venideros.