Miedo adolescente a quitarse la mascarilla

Algo muy propio de la adolescencia son los complejos e inseguridades. Estos son los causantes de los temores que tienen algunos jóvenes a quitarse la mascarilla. Lo conocido como el síndrome de la cara vacía, un término acuñado por el psicólogo José Antonio Galiani.

Tras la pandemia hemos observado un aumento de adolescentes con cuadros de ansiedad, fobia social, depresión, trastorno obsesivo compulsivo, entre otros. Los problemas de salud mental desde entonces son evidentes en la población general, más si cabe, en adolescentes. Por eso es vital tratar el aspecto desde los miedos a quitarse la mascarilla.

La adolescencia es una de las etapas más vulnerables en la vida de cualquiera; si de esa etapa, que aunque parezca eterna tan solo dura unos años, una persona tiene que estar dos años cubriéndose la cara (y con ello parte de sus inseguridades, miedos y recelos) no es de extrañar que muchos adolescentes no se sientan seguros sin ella. Ya que con la mascarilla puesta podían cubrir, al menos, parte de sus inseguridades (aparatos, presencia o no de bigote u otro tipo de vello facial…)

Todos hemos pasado por ahí, todos hemos sentido miedo a ser rechazados o juzgados por nuestro aspecto. Con lo que no tuvimos que lidiar durante nuestra adolescencia fue con el escrutinio público digital al que ahora se ven expuestos los jóvenes. ¿Es culpa nuestra por permitirles tener redes sociales? ¿Es la sociedad por presionarles a exponer sus vidas digitalmente? ¿La publicidad y los influencia por publicar solo las cosas bonitas, escondiendo bajo capas de maquillaje y photoshop su auténtico yo? Eso ahora no importa, hay momentos para preocuparnos por las causas, pero hoy queremos hablaros de cómo enfrentarse a las consecuencias.

Y ahora que no es obligatoria…

Ahora la mascarilla deja de ser obligatoria en la mayoría de los interiores, es importante entenderlos en el caso de que no quieran quitársela todavía; así como no agobiarlos ni restar importancia a este hecho. Este Síndrome de la cara vacía supone disminuir habilidades sociales y a complicar la gestión de las emociones. Y es que hasta ahora han utilizado la mascarilla como una forma de protegerse; con ella se sienten más protegidos, más a gusto.

Vuestra función como padres/madres, hermanos/as, docentes y adultos de referencia, es acompañarlos en este proceso e intentar ayudarlos. Es importante que las familias y los/as docentes validen esos sentimientos y los ayuden. Es importante validar el sentimiento de miedo o de sentirse vulnerable, porque es algo lícito y además, muy propio de la adolescencia, afirma a la Dra. Marianna Mambié, pediatra y miembro de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).

Hacerles entender que la vacunación es importante es el primer paso. Para aquellos que tienen miedo a contagiarse o a contagiar a su círculo puede ser muy importante normalizar las conversaciones acerca de este tema. Eso si, dejándolo claro que no se debe juzgar a los que tomen decisiones distintas a las suyas.

Otro de los pasos, como ya hemos dicho antes, validar el sentimiento y no quitarle importancia a lo que sienten porque esas inseguridades es otra de las claves. Por eso hay que darles la oportunidad de pedir ayuda cuando estimen necesario. Preguntarles qué piensan, si les ha ocurrido algo que haga que se intensifique ese miedo. Es fundamental prestar atención a las emociones.

Las normas estatales y autonómicas ya se han encargado de que la retirada de las mascarillas sea progresiva (primero en espacios abiertos, en terrazas, hoy en espacios cerrados…) pero si vuestros adolescentes necesitan escalonarlos aun más, que así sea. Solo cuando vayan a la compra solos, cuando están con amigos íntimos… Ir a su ritmo.

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