Cada vez es más habitual que las familias contéis con una vivienda en la que disfrutar ciertas temporadas al año, además de la principal. Esa casa de la playa a la que escaparse en Semana Santa o una en plena montaña para huir de la ciudad los fines de semana. Al no ser el domicilio habitual a veces dudáis si es necesario contratar un seguro de hogar para una segunda vivienda. Y es que, el hecho de que pase gran parte del tiempo cerrada (desocupada, tengamos esto en cuenta) es el mayor motivo para protegerla.